sábado, 8 de diciembre de 2012

Gen. Beat- Liberalismo Sexual


La revolución sexual
El amor libre tuvo cierta influencia sobre la generación beat, en los años 1950, y sobre el movimiento hippie y subculturas. En algunos círculos, el concepto de amor libre se asoció principalmente a los hippies aunque haya existido desde mucho antes. Igualmente fue desarrollado por el feminismo de fines del siglo XIX y principios del siglo XX y retomado por el movimiento feminista en la década de los sesenta.
«Amor libre» se convirtió en una frase destacada utilizada por y los nuevos movimientos sociales y contraculturales de los años 1960 y 1970, caracterizado por el verano del amor en el año 1967 y el lema «Haz el amor, no la guerra ». La sexualidad desenfrenada se convirtió en una nueva norma en algunos de estos movimientos juveniles, llevando a algunas feministas a criticar el amor libre de la década de 1960s y 1970 como una forma para que los hombres presionen sexualmente a las mujeres.
El movimiento hippie abrazaba la vieja consigna de amor libre de los radicales reformadores sociales de otras épocas. La experimentación del sexo junto a la psicodelia se produjo debido a la percepción de que ayudaban a desinhibirse, mientras que otros exploraban los aspectos espirituales del sexo.
En la década de 1980, las preocupaciones sobre el SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual atenuaron la promiscuidad de la década de 1970, pero muchas de las reformas sexuales propugnadas por los movimientos de amor libre anteriores se convirtieron en la corriente principal: la legalización del aborto, el control de la natalidad y la homosexualidad, la libertad en la elección de amor, sexo o ambos, y los derechos de las mujeres en general. La castidad, la virginidad y la sumisión en el matrimonio tenían mucho menos poder como ideales sociales para las mujeres.
En el siglo XIX fueron influyentes en las visiones sobre el amor libre los escritos de personas gay como el socialista Edward Carpenter así como los del anarquista escocés John Henry Mackay los cuales defendían especialmente las relaciones amorosas y sexuales entre parejas del mismo sexo. En forma más reciente está la defensa del amor libre y de las relaciones entre personas del mismo sexo por parte de Allen Ginsberg, ícono de la Generación Beat y del movimiento hippie, simpatizante del anarquismo y de la New Left de los años 1960 y figura importante dentro de la defensa de los derechos LGBT en el siglo XX en Estados Unidos.

El concepto “revolución sexual” se vincula hoy con un cambio amplio y radical que tuvo lugar en la segunda mitad del siglo XX y afectó principalmente al mundo occidental. Este cambio se caracterizó por la adopción de una nueva concepción de la moralidad sexual y el comportamiento sexual humano en general. Al mismo tiempo, el concepto se vincula también con la liberación de las mujeres en el ámbito de las costumbres familiares tradicionales así como la progresiva igualdad que se ha ido alcanzando entre los dos sexos a partir de las décadas de 1960 y 1970.
Para muchos destacados autores y estudiosos de la sociología la conocida como “revolución sexual”, no fue un revolución como tal sino que más bien consistió en la aceptación pública progresiva de una mayor variedad de comportamientos sexuales que con anterioridad se consideraban tabú. Al mismo tiempo la “revolución sexual” constituyó un hecho muy destacado para el movimiento feminista, puesto que se demandaban derechos básicos para las mujeres como el aborto y la píldora anticonceptiva.
Esta “revolución” abrió la puerta a debates y críticas de todo tipo que antes habrían sido impensables. Debates sobre el poder de lo erótico, críticas y alternativas sobre la monogamia además de comenzar a aceptarse la homosexualidad.
A menudo el término amor libre, también conocido como unión libre se relacionada con la revolución sexual de los 60 y 70. Sin embargo este término se desarrollo ampliamente finales del siglo XIX en el marco de la ideología anarquista, aunque ya con anterioridad hubo defensores del mismo pero que no estaban asociados a dicha ideología.


La concepción de amor libre que se planteó con fuerza en los 60 y 70, chocaba de lleno con la estructura del Derecho civil y mas concretamente con el matrimonio, ya que este último se considera realmente como un contrato que tiene como objetivo establecer derechos y obligaciones.
Sin embargo el amor libre rechaza esta concepción jurídica argumentando que el amor es un compromiso mutuo y voluntario y que tampoco puede ser motivo de contrato como lo son los negocios. El Estado por lo tanto no puede entrar a valorar este tipo de disposiciones y por lo tanto carecería de fundamento y de competencia sobre este asunto. El amor libre antepone el derecho conmutativo, en contraposición al derecho estatal o público. De esta forma, para muchos, aquellas desilusiones y desengaños que se presentan en la vida serían fácilmente salvables si, este tipo de hechos pasaran a ser considerados como temporales, modificables, revisables: esencialmente variables en vez de como se ha venido haciendo hasta ahora, sean definitivos.
Uno de los primeros grupos que se intereso por estos nuevos conceptos de vida sexual fueron los beatniks. Estas nuevas ideas en la concepción de las relaciones amorosas fueron muy interesantes para la generación beat en los años 1950, y más tarde sobre el movimiento hippie así como en diferentes subculturas. Por ello, no hay que asociar el amor libre exclusivamente con los hippies, ya que estos o mejor dicho algunos de estos adoptaron unas ideas que ya se encontraban muy presentes y desarrolladas por otras personas tiempo atrás.
Otro componente fundamental de la revolución sexual, fue el feminismo. El feminismo es una corriente de teorías sociales y prácticas políticas que critican abiertamente las relaciones sociales históricas en donde la presencia femenina ha estado siempre encasillada a desempeñar un papel único y sin posibilidad de desarrollarse en otros ámbitos en una cierta igualdad con los hombres. Surge de manera potente con el movimiento sufragista de principios del siglo XX y en las décadas de los 60 y 70 se desarrolla aún mas ampliamente, uniéndose a otros grupos que demandan derechos sociales.
La revolución sexual que planteaba el feminismo de las décadas de los 60 y 70 ha llegado a introducir grandes en bastantes sociedades occidentales. Principalmente, las feministas demandaban el sufragio femenino, el empleo en igualdad, el derecho al divorcio, el derecho al aborto, así como otros muchos. El hecho de que algunos de los derechos demandados por las mujeres hayan pasado a considerarse como derechos humanos, es significativo, no sólo de la fuerza que tuvieron en su momentos aquellos grupos sino de lo atrasadas que se encontraban aquellas sociedades de mediados de siglo.
Los movimientos feministas tras la consecución de muchos de sus principales demandas perdieron fuerza o se escindieron en otros grupos más radicales. Sin embargo durante las dos últimas décadas han vuelto a tomar fuerza los grupos feministas en general, debido a una inacción por parte del poder político en continuar equiparando derechos entre hombres y mujeres.
Los grupos feministas siguen reivindicando los muchos cambios que quedan por realizarse. En particular, hoy en día se esta luchando especialmente por acabar con la lacra de desigualdad en materia de salarios o por el derecho a quedarse embarazada sin tener que ser despedida.
El aborto sigue siendo un tema que no se ha dejado de perder fuerza y sigue siendo una de las principales reivindicaciones pero siempre se ha topado con el poder político azuzado principalmente por las instituciones eclesiásticas y las derechas.
Por muchos derechos y avances que se hubieran conseguido en las décadas de los 60 y 70 en diversas materias, los derechos de la mujer siguen estando, en buena parte, olvidados. A día de hoy ningún país ha conseguido la igualdad de salarios por el mismo trabajo realizado por hombres y mujeres. El aborto continua siendo algo muy inseguro y el Estado no suele aplicar las leyes legisladas a favor de aquellas interrupciones del embarazo que se encuentran en teoría, amparadas por la ley, como son los casos de violación o los que pueden poner en riesgo la vida de la madre.
Por ello, puede concluirse que si bien la revolución sexual de mediados de siglo llevó a que las sociedades cambiaran drásticamente, en la práctica hoy en día la ley ampara en pocas ocasiones algunas de las nuevas conductas que ya se encuentran mayoritariamente superadas y en algunos casos legisladas.

http://www.campodemarte.com/la-revolucion-sexual.html

Citlali Gabriela  Aguirre Ruiz Velasco

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